domingo, 21 de junio de 2009

CALLE DEL RITMO


Las primeras sensaciones llegan antes de bajar la aguja; en realidad llegan mucho antes, al ver la portada en una cubeta. No lo puedo describir. Y las yemas de los dedos, otra vez, negras.

A partir de ahí son todo latigazos: la portada, la galleta, los primeros acordes...Y por muchos años que pasen esas emociones no se borran.

Rara Avis, la mitad superior blanca y la mitad interior roja, con un monolito en el centro. No sé si es una copia de la Trojan (cambiando el naranja), pero como soy mono-tema, creo que sí, y me quedo pensando eso porque son los detalles que me dan vida.

Y el himno comienza y, a pesar de todas las veces que he recorrido esos surcos, vuelvo a pensar que me he equivocado y que he puesto algo de los Jam.

No paran de sonar los clásicos de mi vida. Estrofas inconexas, frases sueltas, palabras lanzadas sin más, como un fusil disparando balas. Pero describen perfectamente las ganas de pelea de los que aún no se creen derrotados.Música.

Y al subir la aguja recuerdo que dentro de seis días me comeré una hamburguesa en Smollensky's después de haber ido, una vez más, a Upton Park.Son sólo chorradas, idioteces,...pero son los detalles que me sirven de cimiento.

Vivo en la calle del ritmo...